24 de marzo
EFEMÉRIDES
Día de la
memoria
por la verdad
y la justicia
A 37 años
de la instauración
del régimen genocida
cívico-militar
Se cumple
un nuevo año de la salvaje irrupción en el poder del régimen genocida de los
militares que entronizó a Rafael Videla, para cumplir el plan pergeñado por los
cerebros de los grandes capitalistas. Nefasto plan de entrega del país y de
explotación sin miramientos del pueblo que valientemente denunció Rodolfo Walsh
en el primer aniversario del golpe, en simultáneo con su caída a manos de las
bandas militares fascistas del régimen.
Nefasto plan de entrega y explotación que contó con el apoyo activo de la embajada norteamericana y con el silencio cómplice de numerosos dirigentes políticos, de la jerarquía eclesiástica, de intelectuales varios –algunos de ellos luego reciclados en demócratas- y de una buena parte de la población argentina de arraigada estirpe gorila o bien inclinada a buscar las ventajas individuales acomodándose al rumbo hacia el que sopla el viento.
Del otro lado las víctimas, innumerables, escogidas principalmente entre una joven generación que venía intentando a través de variadas militancias cambiar el país para mejor, y entre los trabajadores que venían demostrando poca docilidad para aceptar los mandatos de miseria del capitalismo.
Nefasto plan de entrega y explotación que contó con el apoyo activo de la embajada norteamericana y con el silencio cómplice de numerosos dirigentes políticos, de la jerarquía eclesiástica, de intelectuales varios –algunos de ellos luego reciclados en demócratas- y de una buena parte de la población argentina de arraigada estirpe gorila o bien inclinada a buscar las ventajas individuales acomodándose al rumbo hacia el que sopla el viento.
Del otro lado las víctimas, innumerables, escogidas principalmente entre una joven generación que venía intentando a través de variadas militancias cambiar el país para mejor, y entre los trabajadores que venían demostrando poca docilidad para aceptar los mandatos de miseria del capitalismo.
A 37 años del golpe cívico-militar, y 30 años de
su caída y del retorno a la democracia, hemos pasado por varias etapas. Comenzamos
con el Juicio a los Comandantes y el Nunca más, una gran conquista apenas enturbiada
por la teoría de los dos demonios. Iniciamos luego una senda de retroceso que
pasó desde la negociación frente a los alzamientos de Semana Santa hasta las
leyes de obediencia debida y punto final.
Y luego, en la última década, la retomada del camino hacia la verdad y la justicia: la abolición de las dos leyes citadas, el desarrollo de numerosos juicios –aún insuficientes- y las correspondientes condenas, la recuperación de nietos cuya identidad había sido cambiada y la extensión al plano internacional del conocimiento y el repudio a la dictadura argentina de los 70, junto a la caída del resto de los regímenes militares del cono sur americano cuya cruzada asesina habían coordinado bajo el nombre de Plan Cóndor.
Y luego, en la última década, la retomada del camino hacia la verdad y la justicia: la abolición de las dos leyes citadas, el desarrollo de numerosos juicios –aún insuficientes- y las correspondientes condenas, la recuperación de nietos cuya identidad había sido cambiada y la extensión al plano internacional del conocimiento y el repudio a la dictadura argentina de los 70, junto a la caída del resto de los regímenes militares del cono sur americano cuya cruzada asesina habían coordinado bajo el nombre de Plan Cóndor.
Todavía
queda un buen trecho de camino a recorrer: la unificación y celeridad de los
juicios para acortar los tiempos de la justicia, el desarrollo de los juicios a
los grandes artífices civiles de la matanza, la información sobre el destino
final de los desaparecidos, la restitución de todos los nietos que aún nos
faltan, etc. El hilo que une todos estos momentos, el que permitió los avances
hacia la justicia está en aquellos que fueron la vanguardia indiscutida de esta
lucha democrática: las Madres de Plaza de Mayo, las Abuelos de Plaza de Mayo,
los Hijos, los Nietos y en general los organismos de derechos humanos. Fue
sobre la base de esa lucha inclaudicable que este último gobierno decidió
adoptar una actitud más decidida hacia la cuestión, impulsando la derogación de
las leyes, la subordinación de los mandos militares al poder civil y el
desarrollo de los juicios.
La lucha de
las Madres, Abuelas y el resto de los organismos, son también hacia el futuro la
única garantía de que esta senda continúe. Con la misma consigna de siempre:
verdad y justicia.
Docentes
desaparecidos de Rosario
Como todos
los trabajadores, los docentes se contaron entre las víctimas predilectas de la
dictadura. No por casualidad el mismo día del golpe fue secuestrado y asesinado
uno de los fundadores de CTERA, el dirigente de ATEP-Tucumán, Isauro Arancibia.
La cadena del horror se diseminó por las escuelas, colegios y universidades de
cada localidad del país, y Rosario no fue la excepción.
Hoy
rendimos homenaje a un puñado de esas víctimas que tuvieron en común su
desempeño en la enseñanza en la ciudad de Rosario. Las fotos y las semblanzas
de esos compañeros, que reproducimos a continuación, fueron subidas a la red
por Claudia Abraham, dirigente de la Asociación del Magisterio de Santa Fe – Rosario.
La información fue tomada en su mayor parte de la investigación realizada en el
año 2006 por el equipo Memoria Maestro que trabajaba en ese entonces con la Secretaría de Derechos
Humanos de Amsafe Rosario, a cargo de Marta Graf, resumida en un texto
redactado por Fernando Mut y publicado originalmente en diciembre de 2009, que
también se incluye en esta página.
Todos ellos
merecen la eterna memoria de todos los docentes y de nuestra comunidad.
Miguel Ángel Nicolau
35 años
Sacerdote
salesiano nacido en General Pico el 14 de diciembre de 1941.
Luego de
terminar sus estudios secundarios en su ciudad natal, se trasladó a Bernal,
provincia de Buenos Aires, donde se ordenó como cura. Su consagración estuvo a
cargo del obispo Carlos Ponce de León, asesinado durante la última dictadura. Tiempo
después, vivió en San Nicolás. Allí desarrolló sus tareas entre los pescadores
de Puerto Aragón.
Su último
lugar de residencia fue Rosario. Su militancia, ligada al Movimiento de
Sacerdotes del Tercer Mundo, se repartió entre las villas miserias, la labor
pastoral entre los jóvenes y la participación gremial, ya que era profesor de
Historia en el Colegio San José y afiliado a la Asociación de Docentes
de Educación Privada (AEDEP). Además estudiaba la carrera de Psicología.
Fue
secuestrado en enero de 1977 y permanece desaparecido.
Poema de
Beatriz Villar dedicado a Miguel Ángel Nicolau:
Resucitas
con la gente
Sacerdote
salesiano,
nacido en General
Pico,
con su
historia ejemplifico
la misión
de los pampeanos.
Nicolau es
su apellido,
lo
bautizaron Miguel,
a sus
convicciones, fiel;
junto a los
más oprimidos.
Sus
estudios, en Bernal;
fue cura
del tercer mundo,
su
cristianismo profundo
expresó en
la pastoral.
Contagiaba
su alegría,
se entregó
a la juventud;
su carisma,
la virtud
que
impregnaba lo que hacía.
Trabajó con
pescadores
allá en el
Puerto Aragón;
siempre
está su corazón
junto a los
trabajadores.
Él con
Ponce de León,
quien lo
ordenó sacerdote,
padecieron
el azote
de la feroz
represión.
Fue en la
ciudad de Rosario,
como
siempre, en madrugada;
la
oscuridad desatada
contra el
cura solidario.
La
sangrienta dictadura
disponía de
la vida;
mártir
joven, su partida
se produjo
en la tortura.
La iglesia
oficial te ignora,
mas su
historia es provisoria;
Miguel Ángel,
la memoria
de tu
pueblo te atesora.
Pervives,
digno y eterno,
hoy, más
presente que nunca.
Resucitas
en la gente,
en su
espíritu fraterno.
(26-4-2011)
Graciela Lo Tufo Martínez
26 años
Nació el 12
de enero de 1951. Estudió en el Normal Nº2. Fue secretaria general de AEDEP
(Asociación de Educadores de Enseñanza Privada), organización hermana del
SINTER y miembro de la CUTE
(Central Única de Enseñanza Privada). Como tal lograron la equiparación
salarial con los docentes de la escuela pública y el derecho a reunión para
tratar problemáticas sociales y sindicales en sus propias escuelas. La
secuestraron el 14 de abril de 1977
a las 2 y 45 de la mañana de su propia casa. Tenía 26
años.
Nota escrita
por Claudia Abraham tras la pintada de un mural en Amsafe con los compañeros
docentes, los chicos de distintas escuelas públicas y los compañeros del
Colectivo Arte Memoria.
La memoria
tejida entre pinceles
“…el pueblo
recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El
pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en
el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria."
Leopoldo Marechal
Detrás de
cada cifra hay un nombre. Detrás de cada nombre, una historia.
Graciela
Elina Lo Tufo forma parte de la larga lista de los 30.000 compañeros
desaparecidos, de las 30.000 historias que el genocidio intentó borrar.
En 1984, su
nombre apareció en los registros de la CONADEP con el número de legajo 2861. Según
informan esos registros, fue secuestrada el 14 de abril de 1977 en la ciudad de
Rosario, y no hay ningún testimonio de su paso por algún centro de detención
clandestino.
En marzo de
2002, Graciela fue, junto con otros compañeros, un nombre inscripto en una
placa, una forma de rendir homenaje a aquellos que lucharon por una sociedad en
la que no existieran las desigualdades. En el patio del sindicato, en tiempos
de cortes de rutas y cacerolazos, la militancia docente, sin distinción de
ideologías ni credos, se dio cita para desafiar a los escribas del poder y
decir que nuestros compañeros estaban presentes, que marchaban junto a nosotros
durante esos atardeceres y noches calurosas en las que el pueblo se juntaba a
debatir y a reclamar por los derechos que le habían arrancado.
Graciela
volvió a aparecer allá por septiembre del 2006, cuando un grupo de compañeros
que conforman el equipo Memoria Maestro, tras una larga y esforzada tarea de
investigación, presentó una publicación sobre las historias de vida de los
trabajadores de la educación asesinados por la dictadura. Esta vez, en medio de
las palabras, asomaban los rostros fotografiados en blanco y negro. Allí estaba
Graciela, desafiando al futuro con una sonrisa.
Un 20 de
abril de 2011, una alumna de Graciela nos golpeó las puertas del mundo virtual
y nos propuso retratarla en colores, haciendo un mural colectivo, mediante la
técnica de la cuadrícula. Nos dijo que la actividad estaría dirigida por los
artistas plásticos que integran el Colectivo Arte Memoria, y aceptamos el desafío.
Entre los
días 5, 6 y 7 de agosto estuvimos pintando el mural.
Graciela
fue apareciendo de a poco, en cada pincelada, en los símbolos que algunos
dibujaron intentando representar su vida cotidiana y sus sueños. Y entre los
retazos de de su vida, había mariposas, flores, la bandera argentina, la imagen
del Che, la guitarra con la que entonaba canciones en el aula.
Graciela
llegó sonriente, tal como la describían sus alumnas, sus compañeras de la
escuela secundaria y las de militancia. Entre mates y pinceles circulaba la
palabra, y así fuimos conociendo a la estudiante que ocupó durante cinco años
el cuadro de honor; a la militante que participaba de las asambleas y las
marchas; a la maestra que ponía pasión en aquello que hacía, y que dejó huellas
profundas en esas niñas, hoy mujeres. Y después se mezclaron las fotografías y
los papeles que dan testimonio de su paso por la vida, de las botellas que ella
fue arrojando al mar para que otros las recogiéramos: Graciela a los 17 años
con sus compañeras del Normal, el último viaje de estudios a Capilla del Monte
con las chicas de la escuela Nuestra Señora de la Asunción , una libretita
de primer grado en la que escribía cómo iba avanzando en su aprendizaje una de
las nenas, palabras de afecto y su firma en el reverso de una foto escolar.
Durante
esos tres días el sindicato se pobló con las voces de niños, adolescentes,
jóvenes y adultos, que a la manera de las hormigas nos unimos solidariamente
para que su rostro nos ayude a caminar el futuro, a construir ese mundo tan
colorido como el fondo de su retrato, porque así fue la sociedad sin oprimidos
ni opresores por la que lucharon nuestros 30.000 compañeros.
Pintar a
Graciela fue una manera de volverla a la vida, pero sobre todo fue un acto
reparador para con nosotros mismos.
Su mural
está en nuestro salón de asambleas, es un manto que los compañeros del
Colectivo Arte Memoria nos enseñaron a tejer para cobijar a distintas
generaciones.
Raquel Boero
25 años
Nació el 2
de febrero de 1951. Estudió en el Normal Nº 1 y luego en el magisterio
especializado en enseñanza diferencial. Fue maestra en la Escuela Especial
Nº 2049 y era adscripta en una cátedra de la carrera de Terapista Ocupacional.
Había militado en la agrupación Montoneros Sabino Navarro y luego en Poder
Obrero.
Desapareció junto a su marido el 10 de diciembre de 1976 al salir del
dentista en Capital Federal donde se encontraban preparando su exilio. Tenía 25
años.
Raúl García
29 años
Nació el 17
de diciembre de 1946. Trabajó como maestro alfabetizador en la Escuela N º 100. Fue
quien introdujo las lecturas de Paulo Freire en el SINTER y miembro de la
comisión directiva de ese sindicato. También era antropólogo.
En 1969
llegó al barrio Terraplén de Pérez , donde comenzó un trabajo social profundo
acompañado por otro grupo de jóvenes que más tarde se conocieron como “Aquellos
amigos del alma”.
La tarea se
extendió también al barrio Cabín 9 donde, entre otras metas, se propusieron
emprender la tarea de alfabetizar. Así, con ayuda de los hermanos Gauseño,
levantaron una casilla cerca de las vías, donde comenzaron con esta noble
tarea.
Ese fue el
puntapié para que en 1975 vecinos y jóvenes, con García llevando la iniciativa,
abrieran las puertas de lo que es hoy la Escuela Primaria
1.209 Provincia de Chaco, de Cabín 9. Sólo contaba con tres aulas en ese
momento.
Fue
fusilado a quemarropa en la vía pública el 15 de diciembre de 1976.
En su
homenaje, desde el 12 de diciembre de 2012, una escuela secundaria de adultos
de Cabín 9 lleva su nombre.
Artículo del Diario La Capital de Rosario, 15 de diciembre de 2012
Eligen llevar el nombre
de un maestro víctima de la dictadura
Es la Eempa Nº 1.325 de Cabín 9 (Pérez) que ahora se denomina “Raúl Héctor García”, el joven que fundó una escuela para alfabetizar a los pobres. Hoy se cumplen 36 años de su asesinato.
El grupo de 5º año de la Eempa de Cabín 9. A esta secundaria asisten más de 200 jóvenes y adultos del barrio. |
Desde ayer, la escuela de Cabín 9 que recibe a más de 200 jóvenes y adultos que quieren terminar su secundario se llama “Raúl Héctor García”. Es en homenaje al maestro de vocación del barrio asesinado en la última dictadura militar, que además es el fundador de la primaria donde tiene sede esta institución. Al nombre que hoy lleva la Eempa Nº 1.325 lo votaran alumnos y profesores.
En 1969, Raúl Héctor García se instaló en el barrio Terraplén de Pérez “para estar cerca de la gente”. De inmediato conformó un grupo de amigos que se volcó a trabajar también en Cabín 9. En uno y otro barrio se dedicaron a cumplir una función claramente social: desde tareas de salud, cubrir las necesidades alimentarias y recreativas, pero sobre todo para alfabetizar a los niños y adultos de la zona. Los hermanos Juan Carlos y Miguel Angel Gauseño, que acompañaban a García en este desafío, levantaron una casilla cerca de las vías. Esa fue la primera aula donde Héctor García se volcó a alfabetizar. “Todos los que pasaban con el tren obrero podían ver la bandera argentina flamear sobre la casilla”, se cuenta en la fundamentación del pedido de imposición de nombre al Ministerio de Educación.
La escuela. Pero la meta final era tener una escuela primaria en Cabín 9. Vecinos y un grupo de jóvenes, entre ellos Raúl, que ya se identificaban como “Aquellos amigos del alma” trabajaron para que en 1975 se abrieran las puertas de esta escuela, que en ese inicio contó con tres aulas. Por su trabajo comprometido y condición de luchador, Raúl García y sus compañeros de militancia fueron perseguidos, torturados, asesinados y desaparecidos por la dictadura militar. “El maestro”, como lo conocían en el barrio a Raúl, fue asesinado en la vía pública (en Almafuerte y Avenida Alberdi) hace exactamente 36 años: el 15 de diciembre de 1976. Sin embargo, lo que el horror no pudo borrar fue el proyecto que ya se había gestado en la comunidad. De hecho hoy la escuela de Cabín 9 es la más grande la provincia, ya que alberga cuatro establecimientos, entre ellos a esta Eempa.
Hasta hace dos años este secudnario para adultos Nº 1.325 era un anexo de otro de Pérez. Cuando se independizó se propuso buscar un nombre y nadie tuvo dudas que el más apropiado era el de “Raúl Héctor García”, en memoria de la joven víctima de la dictadura que tanto había trabajado por el barrio. “Es muy significativo porque fue quien creó la escuela. Por eso cuando se hizo la propuesta de elección entre Paulo Freire y su nombre la gran mayoría lo votó a él”, repasa la directora de la Eempa 1325, Silvia Marcela Bernardi, y destaca la figura de compromiso del joven asesinado. Cuatro escuelas dictan clases en el mismo edificio que nació de una historia de lucha y reivindicación de derechos: la primaria 1.209, la secundaria 574, la primaria nocturna 6.574 y la Eempa 1.325.
Historia. Es la directora Bernardi la que aporta datos para poder compartir la historia de este joven. Información que recuperaron a través del barrio, de una investigación realizada por Amsafé Rosario en una edición especial publicada para el 24 de marzo del año pasado, además de otras fuentes que sumaron para reconstruir su vida. Todo eso lo llevaron a la fundamentación presentada ante al Ministerio de Educación de Santa Fe que el 23 de octubre pasado autorizó la imposición de la denominación propuesta.
Evocación. Para solicitar esta aprobación la Eempa escribió entre otras líneas en la fundamentación elevada a las autoridades: “Creemos que un nombre tiene que ver con una marca, con la posibilidad de evocar recuerdos y con ellos asistir a un proyectoque una a la comunidad educativa de manera determinante. Un nombre tiene que ver con un vínculo entre educadores y educandos (...) La escuela debe estar abierta al cambio, pero debe recordar cuáles son sus orígenes.
Desarrollarse y adecuarse a las nuevas realidades de los alumnos y de la sociedad pero no perder el rumbo (...) En este ámbito, Raúl Héctor García es un nombre fuerte”. “Su recuerdo es parte de la vida de la institución y de todos los memoriosos. Decir su nombre es valorar la educación para adultos. Su nombre es parte del lugar donde todos los días alumnos, profesores, ex alumnos, directivos nos encontramos para debatir por qué es importante educar, luchar y creer que todo es posible”. Así cierra la Eempa Nº 1.325 el texto que elevaron al Ministerio provincial, solicitando llamarse “Raúl Héctor García”.
El nombre de un maestro
“Raúl Héctor García” así se llama desde ayer la Eempa Nº 1.325 de Cabín 9 (Pérez). El nombre fue asignado en un acto formal realizado anoche en la sede de la escuela de Hudson y Perito Moreno, junto al de colación de grado de los egresados 2012 de este secundario. Raúl García fue quien impulsó la creación de una escuela en el barrio. El joven maestro fue asesinado hace 36 años por la dictadura cívico militar que se instaló en la Argentina en marzo de 1976.
Nora Larrosa
26 años
Nació el 5
de septiembre de 1950. Había estudiado en el Colegio Americano y en el Normal
Nº1. Fue maestra en la
Escuela Vigil y en la escuela de “Las Consolatas”. También
era profesora de Inglés y en 1974 se había recibido de psicóloga. Militaba en
la organización Montoneros.
Fue
secuestrada el día del asesinato de Raúl García durante la misma emboscada en
un bar del barrio de Arroyito. Su cadáver apareció dos días después en
Ibarlucea.
Nota escrita
por Elena Rigatuso el 25 de marzo de 2010, fecha en la que se colocó en la
escuela Vigil una placa en homenaje.
Vivir con
Gloria
Desde hace
un tiempo los compañeros venían pensándolo. Los que sabían que Nora había sido
maestra de la escuela lo fueron charlando con los demás. Para llegar a esta
decisión, no importó que la mayoría no la haya conocido personalmente. Eso no
les restó ni compromiso ni ganas, y desde hoy, en el hall de entrada de la Escuela N °1235
“Constancio C.Vigil”, hay una placa.
Dice así:
“Porque sabemos la verdad y tenemos memoria, exigimos justicia.
5 de
septiembre de 1950 nacimiento de Nora Larrosa maestra de nuestra escuela
asesinada el 19 de diciembre de 1976 por un grupo de tareas en la última
dictadura militar.”
Hicieron un
hermoso acto , lleno de emoción, de respeto, de música hecha por jóvenes y
niños, para celebrar, como dijeron, la alegría por la que pelearon Nora y los
30.000.
Estuvieron
los alumnos de la escuela, todos los docentes y no docentes, compañeros que
habían trabajado antes, padres, autoridades y los familiares, la mamá , la tía
, amigos de Nora, y también estuvimos nosotros, orgullosos de ser parte de esta
legión inmensa de docentes que junto al pueblo alza su tiza y su voz
cotidianamente para construir un ¡Nunca más! cargado de futuro.
Nora fue de
las que vivió con la gloria de apostar a un mundo mejor, y la honramos.
Desde
AMSAFE-Rosario, saludamos y apoyamos iniciativas como ésta. Como ayer en la
marcha por el Día de la
Memoria , como en cada Acto de estos días en las escuelas,
decimos y dijimos: ¡Presente!¡Hasta la victoria siempre!
Ana María Gutiérrez
24 años
Nació el 14
de agosto de 1952. Trabajó como maestra en el barrio Casiano Casas. Fue
secretaria general del Centro de Estudiantes de Odontología de la Universidad Nacional
de Rosario, al que accedió como candidata de la Juventud Universitaria
Peronista.
Fue asesinada en un enfrentamiento fraguado el 26 de octubre de
1977.
Testimonio de Alicia Gutiérrez, su hermana.
Nació el 14 de agosto de 1952. Fue Maestra en el barrio Casiano Casas y estudiante de odontología. Inicia su militancia política en el año 1973 en la JUP Montoneros del Centro de Estudiantes de Odontología de Rosario, como Secretaria General y, termina de cursar dicha carrera, no pudiendo rendir sus últimas materias por causa de la persecución a los militantes políticos por parte de la triple A que la amenazaron de muerte. El 20 de junio de 1976 fue secuestrado y desaparecido su compañero Eduardo Pérez, lo que significó un duro golpe para Ana y también para nosotros, su familia. Ana María era muy firme en sus convicciones y confiaba en la fuerza de la lucha para terminar con la injusticia social en la que estaba sumida la Argentina.
Amaba tanto su profesión de maestra como de odontóloga y trabajaba con mucho cariño con los niños del barrio Casiano Casas. Hasta allí llegaron las fuerzas represoras a buscarla. A los siete meses del golpe militar, el 26 de octubre, fue secuestrada mientras caminaba por la calle. Luego, un comunicado de las Fuerzas Armadas dio cuenta de un supuesto enfrentamiento en el que habría sido asesinada. Se encontró el cuerpo en “La Mandarina” (plazoleta en Avenida del Rosario y Lituania, del barrio Saladillo – monumento a Evita, llamado popularmente de ese modo. Su familia y algunos de sus compañeros la recordamos tal cual era, firme, alegre y con muchas ganas de vivir.
A 30 años seguimos reclamando Verdad, Justicia y Condena para sus asesinos, para Feced y su patota.
Luis Lescano
42 años
Nació el 21
de junio de 1933. Estudió en el Normal Nº 3. Trabajó como maestro de adultos en
diversas escuelas nocturnas. Durante años tuvo una activa participación en el
movimiento sindical y actuó como abogado defensor de presos políticos. Durante
el gobierno de Cámpora fue designado Delegado en Santa Fe de la Dirección Nacional
de Educación del Adulto.
Fue secuestrado por la Triple A junto a su
colega Felipe Rodríguez Araya y asesinado en un descampado de Ricardone, a 32 km . de Rosario en la
madrugada del 30 de septiembre de 1975. Su cuerpo tenía más de 40 impactos de
bala.
Artículo publicado el 2 de septiembre de 2010
por la creadora del sitio guardapolvosblancos.blogspot.com.ar
Apostolado
Me había recibido hacía unos años y tenía un empleo estable con un excelente sueldo, pero preferí ejercer la docencia, era mi vocación. En mil novecientos sesenta y siete hice mi primer reemplazo en la Escuela 114, que estaba ubicada en calle Ayolas bajando hacia el río.
Era invierno, los chicos, que provenían de los ranchitos asentados en las barrancas, en “la basurita” tiritaban en el patio bajo sus ropitas raídas. En esa época tenía la certeza de que algún día todos tendrían abrigo suficiente para soportar el frío.
También vi tiritar esos cuerpitos en el patio de la “matachanchos” de la calle Garibaldi. A la escuela Nº 61 la llamaban de ese modo porque se decía que allí había funcionado una especie de saladero o frigorífico.
Debía ser cierto. Los salones eran inmensos y estaban impregnados por el salitre. En el patio había unos piletones enormes. La única protección era una angosta galería.
Cuando me solicitaban un “informe socio-económico-cultural” me explayaba, precisaba detalles. Era cortante, incisiva. "Alguien los leerá", pensaba.
La docencia es “un apostolado”, nos habían inculcado. No estábamos agremiados. Debíamos esperar meses, hasta un año para cobrar un reemplazo. Nos reuníamos en la Casa del Maestro.
En 1969 la palabra del maestro Lescano fue decisiva para lograr el apoyo al paro decretado por la C. G. T. ante los acontecimientos que se vivían. Después muchos firmaron la asistencia al día siguiente, presionados por la Jefatura de Supervisión. Quienes nos mantuvimos en nuestra postura fuimos sumariados. En medio de esas luchas surgió el gremio.
La primavera que comenzó el 25 de mayo de 1973 me encontró en una escuela de un edificio tan ruinoso como el de la primaria a la que yo había concurrido. Recién entonces se nos permitió a las maestras concurrir con pantalones. Yo lo llevé debajo de mi blanco guardapolvo y me abrigué con un poncho rojo. Llegó la “copa de leche”. Los alumnos, provenientes de asentamientos precarios la recibieron con júbilo.
El maestro Luís Eduardo Lescano,”Coco”, fue asesinado una noche de agosto de 1975.
María Susana Brocca
19 años
Nació el 18
de septiembre de 1957. Estudió en la Escuela Primaria
Nº 98 y en el Normal Nº 2. Trabajó como maestra en la Escuela N º 96. Había
sido militante de la UES
(Unión de Estudiantes Secundarios).
El 24 de julio de 1977, su cadáver apareció
junto al de su novio, en un zanjón en la localidad de Alvear. Fue vista en la Jefatura de Policía de
Rosario. Tenía 19 años.
Semblanza publicada en el sitio robertobaschetti.com
“Clarens”. Nació el 18 de septiembre de 1957 en Rosario. Estudió en la Escuela Primaria Nº 98 y en el Normal Nº 2, militando en la UES. Trabajó como maestra de grado en la Escuela Nº 96 del Barrio Ludueña y en la Escuela Nº 47 “Provincia de Entre Ríos” del Barrio Fisherton (calle Córdoba al 1700). Militante de Juventud Universitaria Peronista (JUP) y Montoneros. Estudiante en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de Rosario. Secuestrada-desaparecida por la última dictadura militar el 15 de julio de 1977. Estaba embarazada. Vista en la Jefatura de Policía de Rosario en malas condiciones físicas luego de la tortura. Según comunicado oficial trucho, muere en un enfrentamiento “con las fuerzas legales” junto a su pareja (Enzo Zunino), en un zanjón de la localidad de Alvear, el 25 de julio del mismo año.
María Ester Mignini
32 años
Era
profesora de filosofía. Trabajó en el Normal Nº 1.
En la noche del 28 de
octubre de 1975, varios individuos armados irrumpieron en su casa. Se la
llevaron y también le robaron alhajas y dinero. Al día siguiente, su cadáver
fue encontrado por un albañil junto al de otra joven en un edifico en
construcción del Barrio Rucci. Habían sido acribilladas a balazos. Miembros de la Alianza Anticomunista
de Rosario se adjudicaron el crimen. Tenía 32 años
Informe publicado en enmarcha.wordpress.com
María Esther Edelmira Mignini era profesora de filosofía. Trabajó en el Normal Nº1 y en algunos colegios privados religiosos. Enseñó filosofía, ética, lógica y psicología. Tenía 32 años y estaba a punto de casarse.
En base a algunos testimonios obtenidos por este Equipo de Investigación, María Esther no tenía militancia en ninguna organización política, ni tampoco sindical. Durante algún tiempo se creyó que a María Esther Mignini la habían matado por haberla confundido con otra persona. Esta versión parece haber sido difundida por los mismos asesinos. Sin embargo, su excelente relación con los alumnos y ciertos comentarios sobre la realidad social que se vivía en la ciudad, en donde la patota de Feced ya había comenzado a actuar, podrían haber sido el motivo de una delación por parte del personal directivo de una de las escuelas en las que trabajaba.
En la noche del 28 de octubre de 1975, varios individuos armados irrumpieron en la casa donde vivía en Pellegrini al 3600. Se la llevaron por la fuerza y también le robaron alhajas y dinero. Al día siguiente, su cadáver fue encontrado por un albañil, junto al de otra joven mujer, en un edificio en construcción del Barrio Rucci. Habían sido acribilladas a balazos. Miembros de la Alianza Anticomunista de Rosario se adjudicaron el crimen.
El SINTER, la AEDEP y la FUSTE declararon Día de Duelo Docente y se realizó un minuto de silencio en todas las escuelas y facultades de la provincia.
La crónica del diario “La Capital” relata ese mismo día otro “confuso episodio”: siete hombres armados “con metralletas y pistolas en su cintura” irrumpieron violentamente en otra casa y al no encontrar a nadie robaron una carpeta, alhajas y dinero. Era la casa de Elvira Márquez .
Creemos que el asesinato de Mignini no fue producto de una confusión, sino que fue parte de la escalada de violencia y persecusión ejecutada por las Tres A contra la docencia rosarina y las mujeres militantes, en septiembre y octubre de 1975.
Gladys Pamies
37 años
Nació el 23
de octubre de 1939. Era maestra de la Escuela Vigil y arquitecta.
El 25 de agosto a la
siete de la mañana fuerzas policiales la secuestran cuando iba rumbo al trabajo
junto a sus dos hijos. El grupo de tarea se la lleva, dejando a sus hijos solos
en la calle
Osvaldo Seggiaro
31 años
Nació el 26
de junio de 1945. Era ingeniero civil, profesor universitario y educador
popular en villas de emergencia de la ciudad. Participó de las actividades del
SINTER. Militó en el Peronismo de Base. Se había casado y tenía una hija. A
fines de 1976 se trasladó a la ciudad de Santa Fe, donde pensó que podía
encontrar mejores condiciones de vida y mayor seguridad para su familia.
Allí
fue secuestrado el 19 de enero de 1977. Tenía 31 años.
Nota publicada en el 28 de abril de 1999
GALTIERI OTRA VEZ ANTE LA JUSTICIA FEDERAL
Todo el derecho a la verdad
La familia de Osvaldo Seggiaron quiere saber el destino final del joven secuestrado por un grupo de tareas el 19 de enero de 1977.
Por Juan Carlos Tizziani
Desde Santa Fe
El ex jefe del II Cuerpo de Ejército, Leopoldo Fortunato Galtieri, deberá comparecer ante la Justicia Federal en otra causa que se abrió el viernes último para investigar el destino de Osvaldo Seggiaro, un ingeniero civil rosarino de 31 años que desapareció en Santa Fe el 19 de enero de 1977. Seggiaro fue secuestrado por un grupo de tareas a plena luz del día, frente a varios testigos en Entre Ríos al 3000, no muy lejos de una obra en construcción en la que trabajaba. Veintidos años después su familia apeló a la única vía que tiene abierta: el "derecho humanitario a la verdad", para "conocer cuál ha sido su destino final, identificar sus restos y darle sepultura". Si bien el juicio recién comienza, más temprano que tarde obligará a sentar nuevamente en un banquillo a Galtieri y al ex jefe del Area 212, coronel Juan Orlando Rolón, entre otros. El caso fue presentado por la abogada Matilde Bruera ante la fiscal Griselda Tessio.
Seggiaro hacía dos meses que estaba en Santa Fe cuando lo secuestró una patota de la dictadura. Venía de Salta. Junto a su esposa, María Angélica Martín, se alojó en una pensión y trabajaba en tres obras para la empresa Cornero Hermanos que por entonces tenía su oficina en calle Sargento Cabral 2034 del barrio Candioti. "Normalmente salía a las 6 y regresaba a las 13 para almorzar", relata el escrito que presentó su padre, don Angel Seggiaro, con el patrocinio de la doctora Bruera.
El 19 de enero de 1977 no llegó a la hora del almuerzo. Su esposa esperó porque ese día tenía que firmar el contrato de la casa que habían alquilado. "Recién a las 14.30, ya preocupada, comenzó a comunicarse con hospitales y comisarías por si había sufrido un accidente y posteriormente se dirigió a la empresa Cornero", donde el día anterior habían secuestrado a otra empleada, Cristina Castelví, que fue liberada horas después. "Cuando los demás trabajadores se enteraron de lo ocurrido comenzaron a culparlo a Cornero", señala el testimonio.
El dueño de la empresa "le dijo a mi nuera que si mi hijo no tenía ninguna actividad política aparecería al día siguiente. Le preguntó si tenía algún pariente militar. Mi nuera le dijo que no, pero respondió que su tío Miguel Martín era capellán del Ejército en Salta. Cornero le ofreció entonces pagarle el pasaje para que le pidiera ayuda", contó don Angel. "A la esposa de mi hijo le resultó raro el ofrecimiento, porque Osvaldo había desaparecido en Santa Fe".
Sin respuestas del empresario, la mujer se dirigió a la obra en construcción. Habló con los obreros y luego fue a la Jefatura de Policía. Al otro día golpeó las puertas del entonces arzobispo de Santa Fe, monseñor Vicente Zazpe, pero tampoco encontró eco, "sólo promesas de búsqueda". La esposa de Seggiaro "hizo la denuncia en la comisaría 3ª y presentó un hábeas corpus ante el juez federal Fernando Mántaras. Según relató mi nuera, el propio juez le dijo que la situación era peligrosa y que tratara de irse de la ciudad", explicó don Angel. "A partir de ese momento, se instaló en Rosario, en nuestra casa y comenzamos un infructuosa búsqueda que aún no ha terminado".
Unos días después se publicó en un pedido de paradero de Seggiaro. Su padre recibió una llamada. "Una persona se comunicó con nosotros y nos dijo que en calle Entre Ríos al 3000 todo el vecindario presenció el secuestro de mi hijo. Cuando lo llevaron, él gritaba: `avisen a la empresa Cornero'. Concurrimos al domicilio indicado con una foto de Osvaldo y todo el vecindario corroboró que el secuestrado era mi hijo", agregó.
Don Angel Seggiaro relató después su odisea en la búsqueda. Fue -con su esposa- a la obra en contrucción, pero los obreros y empleados tenían miedo de hablar. Estuvo en la Jefatura, "donde no obtuvimos ninguna respuesta. Hablamos con Cristina Castelví, la chica que había sido secuestrada el día anterior; nos contó que la interrogaron pero que en ningún momento le preguntaron por Osvaldo". "Tratamos de hablar con (el ex jefe del Area 212, coronel) Rolón, pero nunca nos recibió".
"Nos dirigimos a la Guardia de Infantería Reforzada, cuyo jefe era un tal Quaglia y a quien el abogado de la empresa Cornero, el doctor Retamar conocía por razones profesionales. Fuimos atendidos por una persona que no sabemos su nombre, pero que nos dijo que en el libro de guardia, se había registrado el ingreso de mi hijo, el día de su desaparición, a las 11 de la mañana. El jefe, Quaglia, nos recomendó entonces que recurramos al Ejército, porque debía estar en alguna de 'las casas' o 'seguramente lo han fondeado' (sic)", agregó Seggiaro.
"También nos enteramos que los secuestradores de mi hijo eran los mismos que detuvieron a Cristina Castelví. El tío de mi nuera, que era capellán militar en Salta, Miguel Martín -ya fallecido- nos informó que Osvaldo estuvo a disposición del Segundo Cuerpo de Ejército. El 8 de marzo de 1977, nos llamó una persona que dijo ser de nuestra amistad para contarnos que nuestro hijo estaba vivo en Santa Fe, que era lo único que podía decir. Cortó. Pero luego volvió a llamar para saber si habíamos entendido el mensaje".
Los Seggiaro se entrevistaron dos veces con Galtieri. En una de ellas le contaron que habían recibido ese llamado anónimo. "¿Qué diría usted, general, si lo llaman por teléfono para decirle que su hijo está vivo y se encuentra detenido en Santa Fe?", fue la pregunta que planteó don Angel. "Galtieri se irritó muchísimo y me dijo que me habían mentido. Y agregó: 'yo que los protejo como gallina a los pollitos, igualmente los mato'.
A partir de ese momento, nunca más supimos nada".
Elvira Márquez Dreyer
27 años
Nació el 5
de mayo de 1949. Fue bibliotecaria de la Escuela N º 100 de Pueblo Nuevo y de la Biblioteca Vigil.
Había estudiado bibliotecología en el Instituto Superior de Educación Técnica
“20 de junio” y la carrera de Estadística en la Facultad de Ciencias
Económicas de la UNR.
Trabajaba en la línea sindical del Partido Revolucionario de
los Trabajadores (PRT) y fue miembro de la comisión directiva del SINTER.
En
septiembre de 1975 logró escapar de un intento de secuestro, ya que se
encontraba haciendo un curso en Buenos Aires. Desapareció el 3 de agosto de
1976. Tenía 27 años.
“ … tus átomos amorosos, que dieron la vida por amor,
ya verás, serán luz,
me imagino tus partículas en la vastedad del cosmos como pancartas
como afiches vivos.
No sé si me explico.
Lo que sé es que nunca se olvidará tu nombre
y para siempre se gritará: ¡Presente!”
Ernesto Cardenal
(enmarcha.wordpress.com)
¿Quiénes
fueron los docentes rosarinos
víctimas de la represión?
Por Fernando Mut
Memoria
Maestr@: un aporte desde nuestro sindicato para la verdad y la justicia
En
septiembre del 2006, a
treinta años del golpe de Estado, la Secretaría de Derechos Humanos de AMSAFE Rosario
presentó la publicación “Maestr@ Pueblo. Historias de vida de l@s trabajador@s
de la educación de Rosario asesinad@s-desaparecid@s por el Terrorismo de
Estado, entre 1975 y 1978 (Documentos-Testimonios)”. Desde entonces un grupo de
compañer@s continúa trabajando en el Archivo "Memoria Maestr@"
recuperando documentos y realizando entrevistas para escribir la historia de
nuestras luchas sindicales, políticas y pedagógicas.
Actualmente
el archivo está formado por 12 carpetas sobre las víctimas fatales del
Terrorismo de Estado, correspondientes a cada uno de los educadores sobre los
cuales hemos podido conseguir información. Además, existe una carpeta sobre la
experiencia del Sindicato de los Trabajadores de la Educación de Rosario
(SINTER) que funcionó desde 1971 hasta los primeros años de la dictadura. En
estas carpetas se encuentran testimonios escritos, fotografías, material de los
periódicos locales, documentación personal y transcripciones de entrevistas.
También se resguardan copias digitales de todo el material incluyendo las
grabaciones realizadas.
El archivo
“Memoria Maestr@”, ubicado en la
Biblioteca "Rosa Ziperovich" de AMSAFE Rosario, es
un recurso abierto a la comunidad para ser utilizado por investigadores
sociales con cualquier finalidad académica, educativa, periodística y/o
cultural.
Maestr@s
Pueblo. Historias de vida de los trabajadores de la educación de Rosario
asesinados-desaparecidos, entre 1975 y 1977.
En el campo
educativo de nuestra ciudad la represión comenzó en 1975 con los asesinatos de la Triple A , la bomba a la
“Casa del Maestro” y las resoluciones sobre cesantías en distintos niveles de
la enseñanza. Los principales dirigentes del SINTER habían sido amenazados de
muerte. Así lo recuerda una de sus protagonistas:
“Cuando
dicen el golpe del 24 de marzo…ya antes un grupo de compañeros que estábamos en
la comisión directiva habíamos sido amenazados por la Triple A con la orden de
que teníamos que dejar el país o… Yo me acuerdo cuando fuimos a la Seccional primera,
hicimos la denuncia. Y después, lo que me acuerdo… es una cosa muy emotiva lo
que me pasa cuando recuerdo…la plaza San Martín… porque allí estaba el
gobernador cuando venía (…) ¡La
Plaza San Martín era un manto blanco! Pero era tan hermoso
ver esa plaza así, y estábamos los amenazados y nos hicieron pasar solamente a
los amenazados. Todos los maestros esperaron afuera, en la plaza, que no nos
fueran a tocar, y hablamos con el gobernador, Sylvestre Begnis, le expusimos
nuestros casos, resultado de lo cual
cuando yo particularmente le pido que tenga en cuenta que tengo una hija muy
chica, que yo estoy pidiendo la seguridad para ella (…) el gobernador me dijo:
‘Discúlpeme señora, pero en la casa de gobierno de Santa Fe, el portero tiene
un hijo- no sé si dijo desaparecido o a disposición del PEN, como se decía en
ese momento- y no puedo hacer nada por
él. Lo único que puedo hacer es autorizarlos a que lleven un arma.’ ‘No’, le
respondimos. ‘Nosotros no somos personas de llevar armas’. Nos gestionaba el
permiso. Volvimos a la plaza sin haber logrado nada”. (1)
Como señala
Fabiana Alonso, quien ha estudiado diversos aspectos de la historia del sistema
educativo santafesino durante la última dictadura, luego del golpe se acentuó
la represión y los docentes continuaron siendo uno de los blancos predilectos
de sus ataques.
“El
gobierno provincial ratificó la ley nacional Nº 21261, por la cual la junta
militar suspendió el derecho de huelga, paro, interrupción o disminución del
trabajo y la ley nacional Nº 21278, que suspendía la vigencia del Estatuto del
Docente de 1958. Esta ley determinaba que toda gestión gremial debía hacerse,
únicamente, en defensa de los derechos individuales. En Santa Fe, a poco de
asumir el gobernador Desimoni y el ministro Pérez Cobo, el decreto Nº 1393 del
13 de junio de 1976 estableció que las licencias gremiales serían sin goce de
haberes. En virtud de la ley provincial Nº 7854 del 29 de marzo de 1976, que
autorizaba la cesantía de agentes públicos, fueron declarados cesantes docentes
de todos los niveles del sistema educativo provincial a través de decretos del
Poder Ejecutivo.
Las medidas
señaladas tuvieron como efectos principales la neutralización de la acción
sindical en el campo educativo. En este sentido, se visualiza la interrupción
del proceso de sindicalización iniciado hacia fines de los años 60.” (2)
El
Terrorismo de Estado en la ciudad de Rosario está vinculado a los nombres de
Galtieri, Díaz Bessone y Feced. Este último fue un gendarme que actuó en la
represión del segundo Rosariazo y lideró un “grupo de tareas” en nuestra región
durante el gobierno de Isabel Perón.
"En el
mes de marzo la titularidad del II Cuerpo de Ejército con sede en Rosario fue
asumida por el teniente general Genaro Díaz Bessone. Pero en octubre de 1976, y
luego de su nombramiento al frente del Ministerio de Planeamiento, el comando
militar pasó a manos del teniente general Leopoldo Fortunato Galtieri, hasta
que en 1979 los cambios superiores en el arma lo condujeron a destinos más
elevados. Por su parte, a los pocos días de iniciado el mes de marzo fue
designado el comandante de gendarmería Agustín Feced como delegado interventor
de la Unidad Regional
II de la Policía.”.
(3)
Durante la
dictadura, funcionaron en Rosario y su zona de influencia una decena de centros
clandestinos de detención entre los que se destacaron el subsuelo de la Jefatura de Policía, la Fábrica de Armas
"Domingo Matheu", la
Fábrica de Armas de Fray Luis Beltrán, el Comando del Segundo
Cuerpo del Ejército, La
Calamita , la
Quinta de Funes y una escuela, la Técnica Magnasco.
Para
iniciar nuestro abordaje al tema de la represión sobre la docencia rosarina se
optó por el siguiente criterio: investigar las historias de vida de aquellos
educadores que hubieran sido víctimas del Terrorismo de Estado y que hubieran
tenido actividad docente, política y/o sindical en la ciudad de Rosario, sin
tomar en cuenta el lugar de nacimiento o el lugar de su secuestro o asesinato.
En cuanto al recorte temporal se tomó el lapso 75/77 ya que fue en este período
en el cual se dieron los 12 casos que pudimos reconstruir y que aquí reseñamos
brevemente:
Raquel
Boero
Nació el 2
de febrero de 1951. Estudió en el Normal Nº1 y luego en el magisterio especializado
en enseñanza diferencial. Fue maestra en la Escuela Especial
Nº 2049 y era adscripta en una cátedra de la carrera de Terapista Ocupacional.
Había militado en la agrupación Montoneros Sabino Navarro y luego en Poder
Obrero. Desapareció junto a su marido el
10 de diciembre de 1976 al salir del dentista en Capital Federal donde se
encontraban preparando su exilio. Tenía 25 años.
María
Susana Brocca
Nació el 18
de septiembre de 1957. Estudió en la Escuela Primaria
Nº 98 y en el Normal Nº2. Trabajó como maestra en la Escuela N º 96. Había
sido militante de la UES
(Unión de Estudiantes Secundarios). El 24 de julio de 1977, su cadáver aparece
junto al de su novio, en un zanjón en la localidad de Alvear. Fue vista en la Jefatura de Policía de
Rosario. Tenía 19 años.
Raúl García
Nació el 17
de diciembre de 1946. Trabajó como maestro alfabetizador en la Escuela N º 100. Fue
quien introdujo las lecturas de Paulo Freire en el SINTER y miembro de la
comisión directiva de ese sindicato. Era antropólogo. Vivía en Pérez y fundó la Escuela de Cabín 9, hoy
una de las más grandes de la provincia de Santa Fe. Fue fusilado a quemarropa
en la vía pública. Tenía 29 años y una
pequeña hija.
Ana María
Gutiérrez
Nació el 14
de agosto de 1952. Trabajó como maestra en el barrio Casiano Casas. Fue
secretaria general del Centro de Estudiantes de Odontología de la Universidad de
Rosario, al que accedió como candidata de la Juventud Universitaria
Peronista. Fue asesinada en un enfrentamiento fraguado el 26 de octubre de 1977.
Tenía 24 años.
Nora
Larrosa
Nació el 5
de septiembre de 1950. Había estudiado en el Colegio Americano y en el Normal
Nº1. Fue maestra en la
Escuela Vigil y en la escuela de “Las Consolatas”. También
era profesora de Inglés y en 1974 se había recibido de psicóloga. Fue
secuestrada el día del asesinato de Raúl García durante la misma emboscada en
un bar del barrio de Arroyito. Su cadáver apareció dos días después en
Ibarlucea. (4) La crónica policial habla nuevamente de un enfrentamiento. Tenía
26 años.
Luis
Lescano
Nació el 21
de junio de 1933. Estudió en el Normal Nº3. Trabajó como maestro de adultos en
diversas escuelas nocturnas. Durante años tuvo una activa participación en el
movimiento sindical y actuó como abogado defensor de presos políticos. Durante
el gobierno de Cámpora fue designado Delegado en Santa Fe de la Dirección Nacional
de Educación del Adulto. Fue asesinado por la triple A en octubre de 1975.
Graciela Lo
Tufo Martínez
Nació el 12
de enero de 1951. Estudió en el Normal Nº2. Fue secretaria general de AEDEP
(Asociación de Educadores de Enseñanza Privada), organización hermana del
SINTER y miembro de la CUTE (Central Única de
Enseñanza Privada). Como tal lograron la equiparación salarial con los docentes
de la escuela pública y el derecho a reunión para tratar problemáticas sociales
y sindicales en sus propias escuelas. La secuestraron el 14 de abril de 1977 a las 2 y 45 de la
mañana de su propia casa. Tenía 26 años.
Elvira
Márquez Dreyer
Nació el 5
de mayo de 1949. Fue bibliotecaria de la Escuela N º 100 y de la Biblioteca Vigil.
Había estudiado bibliotecología en el Instituto Superior de Educación Técnica
“20 de junio” y la carrera de Estadística en la Facultad de Ciencias
Económicas de la UNR.
Trabajaba en la línea sindical del Partido Revolucionario de
los Trabajadores (PRT) y fue miembro de la comisión directiva del SINTER. En
septiembre de 1975 logra escapar de un intento de secuestro, ya que se
encontraba haciendo un curso en Buenos Aires. Desaparece el 3 de agosto de 1976.
Tenía 27 años.
María
Esther Mignini
Era
profesora de filosofía. Trabajó en el Normal Nº 1. En la noche del 28 de
octubre de 1975, varios individuos armados irrumpieron en su casa. Se la
llevaron y también le robaron alhajas y dinero. Al día siguiente, su cadáver
fue encontrado por un albañil junto al de otra joven en un edifico en
construcción del Barrio Rucci. Habían sido acribilladas a balazos. Miembros de la Alianza Anticomunista
de Rosario se adjudicaron el crimen. Tenía 32 años.
Miguel
Angel Nicolau
Era
sacerdote. Había nacido en San Nicolás. Trabajaba como docente en el colegio
San José de la congregación salesiana en Rosario. Participaba de las asambleas
de AEDEP y del SINTER. Fue estudiante de la carrera de psicología en la Universidad Nacional
de Rosario. Su desaparición data del primero de enero de 1976. Según algunos
testimonios murió a consecuencia de las torturas recibidas en un Centro
Clandestino de Detención. Tenía 36 años.
Gladys
Pamies
Nació el 23
de octubre de 1939. Era maestra de la Escuela Vigil y arquitecta. El 25 de agosto a la
siete de la mañana fuerzas policiales la secuestran cuando iba rumbo al trabajo
junto a sus dos hijos. El grupo de tarea se la lleva, dejando a sus hijos solos
en la calle. Tenía 37 años.
Osvaldo Seggiaro
Nació el 26
de junio de 1945. Era ingeniero civil, profesor universitario y educador
popular en villas de emergencia de la ciudad. Participó de las actividades del
SINTER. Militó en el Peronismo de Base. Se había casado y tenía una hija. A
fines de 1976 se trasladó a la ciudad de Santa Fe, donde pensó que podía
encontrar mejores condiciones de vida y mayor seguridad para su familia. Allí
fue secuestrado el 19 de enero de 1977. Tenía
31 años.
En cuanto
al análisis cuantitativo de los datos se puede señalar que de un total de 12
educadores de Rosario que pudimos registrar como víctimas del Terrorismo de
Estado, 8 habían sido maestros. Siete eran menores de 30 años y el mayor de
todos ellos tenía 42 años. Al menos 8 habían participado de la actividad
sindical, siendo 4 de ellos reconocidos dirigentes (García, Lescano, Lo Tufo y
Márquez). En cuanto a su militancia política, al menos la mitad estuvo
vinculada a algún sector del peronismo. De los 12 casos estudiados, 2 de los
asesinatos fueron reconocidos por la “Triple A”, 4 figuraban en las crónicas
policiales como “caídos en enfrentamientos” (de los cuales, al menos 3 se
suponen fraguados ya que según los testimonios recogidos fueron vistos con vida
cuando eran secuestrados) (5) y el resto continúan hasta el día de hoy como
desaparecidos.
Por otra
parte, los datos nos permiten observar que al menos 10 de ellos habían
estudiado en la universidad y de esos diez al menos 7 ya estaban recibidos y se
desempeñaban simultáneamente en la docencia y en su otra profesión ofreciendo
sus conocimientos al servicio de los necesitados. (Dos ejemplos: Lescano había
sido un importante abogado defensor de presos políticos y Seggiaro había
participado como ingeniero civil en un proyecto para llevar agua potable a las comunidades
indígenas en Tartagal).
“¿Maestro
pueblo o maestro gendarme?” fue un libro escrito por María Teresa Nidelcoff,
publicado por la Editorial
de la Biblioteca
Vigil en el año 1974, cuya lectura era difundida desde el
mismo sindicato. De algún modo, este “Maestr@ Pueblo” con el que titulamos
aquella primera publicación del 2006 permitía abarcar a todos los docentes que
habían participado de las luchas populares, más allá de otras posibles
identificaciones partidarias o sindicales.
Al haber
comenzado el juicio oral contra los represores de la última dictadura en los
tribunales federales de nuestra ciudad, consideramos pertinente volver a
publicar las historias de vida de nuestr@s compañer@s. Es muy posible que
algunos de ellos hayan sido secuestrados, torturados o asesinados por los
mismos criminales que hoy están sentados en el banquillo de los acusados
imputados por delitos de lesa humanidad en las causas conocidas como Quinta de
Funes y Fábrica de Armas.
(1) Susana,
en reunión de “los Sinter”, Archivo Memoria Maestr@, marzo de 2006.
(2) ALONSO,
Fabiana; El combate contra el enemigo interno en la educación pública
santafesina durante la última dictadura militar (1976-1983), ponencia
presentada en las X Jornadas Interescuelas, Rosario, 2005.
(3) ÁGUILA,
Gabriela; El terrorismo de estado sobre Rosario (1976-1983), en Rosario en la
historia (de 1930 a
nuestros días) Tomo 2. UNR Editora, Rosario, 2000.
(4) El
diario “La Capital ”
informó el 19 de diciembre de 1976 que como producto de “un intento de copamiento
en la subcomisaría 17”
en cercanías de Ibarlucea, resultaron muertos una mujer y cinco varones. Nora
Elma Larrosa, Rodolfo Raúl Segarra, Horacio Humberto Melelli, Alberto Azam,
Segundo Núñez y Oscar Maximiliano Aguirre, eran los nombres de las víctimas.
Sin embargo, el padre de uno de los muchachos, Mario Segarra, hizo una
presentación judicial que puso blanco sobre negro. “El enfrentamiento no
existió y las personas muertas fueron previamente secuestradas, luego
asesinadas y posteriormente transportadas al lugar del supuesto enfrentamiento,
o bien, luego del secuestro, trasladadas al lugar de Ibarlucea y ahí
asesinadas”, sostiene el escrito. En: DEL FRADE, Carlos; El Rosario de Galtieri
y Feced; Cap. 2; Ciudad Gótica, Rosario, 2000 (http://www.nuncamas.org/investig/frade76/frade76_00.htm)
(5) “Sólo lentamente y con el correr de los
meses, la prensa local comenzó a reseñar la acción de las fuerzas de seguridad.
La información del hecho se realizaba, en general, a través de la transcripción
textual de los comunicados del II Cuerpo de Ejército, donde se detallaban
allanamientos de domicilios y "enfrentamientos" armados producidos
entre "subversivos" y las fuerzas "legales" del orden, con
el consiguiente hallazgo de armas, explosivos, documentación y material de
imprenta y, eventualmente, la identificación de los muertos. La reconstrucción
de muchos de estos casos por los organismos de derechos humanos y la CONADEP mostró que tales
enfrentamientos fueron en realidad fusilamientos de personas inermes, previo
paso por los centros clandestinos de detención en donde habían sido torturados
física y psíquicamente y luego enterrados, en muchos casos, en calidad de NN en
los cementerios de la ciudad y de localidades vecinas.” En: El terrorismo de estado sobre Rosario
(1976-1983) de Gabriela Águila en Rosario en la historia (de 1930 a nuestros días) Tomo
2. UNR Editora, Rosario, 2000.
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